martes, 20 de junio de 2017

Arroz BASMATI en CINCO PASOS




Arroz Basmati

Arroz Basmati perfecto en cinco pasos

india

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Tal vez haya visto en una góndola de supermercado un paquete de arroz basmati. Ese es el arroz que mejor acompaña la comida hindú. Es fácil de hacer, pero no sale bien si uno lo hace como un arroz normal. Si va a cocinar cualquiera de los platos de esta serie, créame que vale la pena comprarse una bolsa de Basmati y cocinarlo con cuidado. Aquí las instrucciones, en cinco pasos

Lávelo. El Basmati tiene que lavarse en varias aguas, hasta que el agua quede transparente.

Remójelo Una vez lavado y escurrido, póngalo en un bowl con abundante agua, por lo menos 20 minutos. No se pase de una hora.

Séquelo. Un colador es un buen lugar para secarlo. En el camino revuélvalo con cariño para que se seque todo, no sólo la superficie.

Cocínelo. Ponga el arroz en una olla, lo más pesada posible. Dele unas vueltitas con cuidado para que termine de secarse, pero no deje que se le tueste. 
Ponga unos cuantos cardamomos y/o pimienta de chapa entera. Sazone con sal. Más vale que fafalte a que sosobre.  
Sobre el arroz ponga 1 1/4 porciones de agua. (Dos tazas de arroz, 2 1/2 de agua; 3 tazas de arroz, 3 3/4 de agua….)

Tápelo bien tapado. En cuanto llega al hervor, tápelo bien tapado y ponga la temperatura al mínimo. Si su olla tiene una tapa pesada que calza bien, eso basta. Si la tapa no es bien hermética, tape la olla con papel aluminio y ponga encima la tapa. La gracia es que se cocine en el propio vapor.

Tenga paciencia y valor. Deje el arroz bien tapado, al mínimo de fuego durante 15 minutos. 
No se le ocurra destaparlo. No se preocupe, no se va a quemar, no se va a arrebatar, no le va a pasar nada. El arroz está feliz en la olla, cocinándose y secándose.

Abra, mire, esponje, pruebe. A los quince minutos, el arroz estará casi, casi listo. Abra la olla y con mucho cuidado tome un tenedor y más que revolverlo, espónjelo con cuidadito para que se separen los granos. Pruebe un poco. Si ya está perfectamente cocido, apague la candela. Si le falta, usted verá si le deja el fuego encendido dos o tres o cinco minutos más.

Ya está. Ahora tendrá un arroz fragante, blanco como la nieve, graneado y con sabor. Ojo, no es el graneado de nuestro arroz graneado. 
El basmati consigue ser a la vez graneado y pegado. Los granos están allí, únicos y distintos, sin aplastar, sin perder su forma. Pero son ligeramente pegajosos, y se agrupan de tal manera que jamás se le caerán del tenedor.

¿Por qué? Creo que tengo una idea. Lo mismo pasa con el arroz chino, pero allí mi explicación es que si se va a comer con palitos, el arroz no se puede ir recogiendo grano por grano, y usar los palitos como una excavadora mecánica es de pésimos modales. En la India, me parece, la tradición de comer con la punta de los dedos todavía está viva. El Basmati se presta a esa forma de comer.

El caso es que si se anima a hacerlo, habrá ganado un sabor distinto al del arroz de todos los días. Si el presupuesto aguanta, es posible que se convierta en un vicio habitual. Si no, recuerde que siempre es más caro comer en la calle. Buen provecho

Prueba a hacer el Arroz Basmati con Salsa de Morcilla







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